Consciencia y política 5
Instrumentos, procedimientos y ejes fundamentales de la estrategia y la práctica de manipulación
Por su propia inconsciencia y por la manipulación a la que la élite los somete, una ingente cantidad de seres humanos se comportan y actúan cotidianamente como el gran rebaño dócil y alienado que esa élite pretende, es decir, reproduciendo miméticamente, cada cual en su escala e inmersos en una esclavitud consentida, los hábitos, pautas, conductas, normas y paradigmas derivados de la visión de la vida, el mundo y la existencia inculcada desde el círculo primero del entramado de dominio y la red de círculos que de él dependen.
Utilizan para ello infinidad de instrumentos y procedimientos. Valgan estos botones de muestra:
+La educación (colegios, institutos, universidad…):
La educación no es tal, pues no sirve para colaborar a extraer de los niños, adolescentes y jóvenes lo mejor de sí mismos (sus dones y talentos innatos), sino para formatearlos con el modelo de vida y los sistemas de creencias impuestos por el sistema, transformando la educación en un ejercicio de aleccionamiento y amaestramiento en un contexto cada vez más desmotivador.
+Medios de comunicación (televisión, radio, periódicos…):
Los medios de comunicación de masas practican a consciencia la desinformación y difunden adrede noticias siempre negativas -nunca las de cooperación, solidaridad y amor que cotidianamente acontecen de una esquina a otra del planeta, tu ciudad o tu barrio- para mantener a la gente en el temor, la turbación, la ofuscación y la ignorancia.
+Promoción desde todos los estamentos sociales (familia, instituciones, empresas, ámbitos culturales y deportivos…) del materialismo como razón de ser de la vida:
consumo/consumismo; anhelos y deseos estrictamente materiales -dinero, bienes, poder, éxito…-; ritmo de vida basado en el culto a la velocidad, con los impactos de estrés, prisas y excesos que acorralan a la mujer y al hombre “modernos”; y carencia de una visión trascendente de la existencia o, en quien la tenga, contaminación de la espiritualidad mediante religiones falsas y tergiversadas.
Por estas vías y muchas más, se practica y consolida la manipulación de la Humanidad, que cuenta con tres ejes fundamentales:
+El miedo y la inseguridad:
En pro de sus objetivos, la élite se ha especializado en el uso de ambos. Conoce bien la cadena de reacciones que provocan en cada ser humano y la sociedad. Y los utiliza para que su dominio, cada vez más obvio y evidente, sea aceptado por la gente como única solución posible y teórico mal menor en un contexto de crisis sistémica, desconcierto general e incertidumbre personal generado por ellos mismos: guerras y “conflictos locales” provocados constantemente en distintos puntos del planeta; “enfermedades globales”, con campañas mundiales de pánico masivo asociadas a hipotéticos riesgos de pandemias; actos de violencia y terrorismo que la misma élite alienta, cuando no organiza directamente, fomentando una dinámica continúa de confrontación, dolor y resentimiento; turbulencias económicas permanentes para evitar referencias de estabilidad en la vida de las personas, etcétera. Y los mismos que provocan todas estas situaciones se disfrazan de salvadores supuestamente dispuestos a evitarlas o paliar sus efectos (el pirómano que se viste de bombero).
+La visión, la noción y la convicción de que este mundo –la vida humana, este planeta…- constituye un plano inferior e imperfecto del Cosmos y la Creación:
un valle de lágrimas donde tienes que esforzarte, aprender y comportarte adecuadamente (es decir, conforme a los sistemas de creencias, normas morales y preceptos religiosos que la élite inventa e introduce en tu cabeza cual programas informáticos) para ganarte y ser merecedor de la “ascensión” a un plano pretendidamente superior (el Cielo, la Gloria, otra Dimensión…).
+Y, muy especialmente, la creencia en el tiempo, que es la columna vertebral de la manipulación que sufres.
La ciencia confirma que el tiempo es una percepción ilusoria de la realidad, pero tú crees en él.
En tu vida, la Naturaleza, el Cosmos y la Creación no existe el tiempo, sino los ciclos, en cuyo seno y discurrir sólo laten el aquí-ahora y la cadena de causas-efectos generada por cada acción y acontecimiento. Pero por todos los medios te hacen creer en la existencia del tiempo. Y, a partir de ahí, el “acto de pensar”, que se produce en el aquí-ahora, se transforma en el “proceso de pensar”, donde el momento presente, lo real, deja de existir y el tiempo, una mentira, ocupa su lugar, colocando tu atención en lo que pasó o podría pasar y en escenarios y situaciones distintos de los que estás viviendo…
El aquí-ahora es un espacio sagrado de libertad donde generas –tú y solo tú– las actitudes, acciones y reacciones con las que vives la vida y respondes a cada hecho, estímulo o impacto exterior. Sin embargo, la creencia en el tiempo te saca de la realidad (ya no estás ahí, sino viajando en el tiempo). Y, sin darte cuenta, no actúas en el momento presente de manera consciente, sino, debido a tu ausencia, con respuestas automatizadas derivadas de los sistemas de creencias que han insertado en tu mente.
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